Nombre:
Lugar: Los Dolores, Cartagena, Murcia, Spain

Hola!!Soy una chica con don de palabras pero ahora mismo no se me ocurre nada, así que sacar vuestras conclusiones.

30.10.04

Caos

Imginaos en una calle amplia, dos carriles para un sentido y otros dos para el otro, quieres cruzar y te paras en un paso de cebra igual que veinte personas más.
Se pone el semáforo en verde y todos empiezan a caminar, y hay un punto en mitad de la carretera que se juntan las personas que cruzan para un lado y las que cruzan para el otro, es ahí donde empieza el caos.
Gente que va y viene, luces de coches por todos lados, conversaciones alrededor tuya, un hombre recogiendo castañas que se le han caido al suelo. Bolsas de Zara, Berskha, Pull & Bears… y todo esto mezclado con ruido de alguna obra que siempre hay.
Un perro ladrando y otros tantos acompañando a sus dueños.
Mucha gente entranbdo en tiendas para gastar, gastar y gastar para después dejar tirado todo lo comprado en algún armario perdido en tu casa.
Se escucha una alarma de coche a mi izquierda y ejecutivos por todas partes entonces piensas ¿le pagaran por andar por las calles bien vestidos y con maleta?
Una mujer con delantal y una bandeja, y es cuando estás a punto de tirarla cuando te das cuenta de que estás al lado de un bar y que tienes sed. Entras y agudizas el oido.

-Pues yo no quería ir, pero claro no podía decirle que no.
-Ramón se ha ido a la sierra a descansar unos días.

Y piensas “quiero ser Ramón” después de pelearte con la gente para que te dejen pedir te das cuenta de la miserable vida que llevas en la ciudad que para pedir un miserable botellín de agua has tenido que empujar a veinte personas para que después te digan que no tienen agua fresca y que tiene que ser caliente.
Sales a la calle y escuchas

-¡Oye! Un segundo.

Se te para el corazón cuando te das la vuelta y te ves a un hombre en bata y zapatillas ¡y que te habla a ti!

-¿Llevas hora?
-Las 20:00
-Gracias.

Después de asegurarte de que tu corazón sigue latiendo, sigues andando. Después de veinte minutos llegas a tu piso, te tiras en el sofá y te das cuenta que has perdido toda la tarde en nada porque lo que tu querías hacer has descubierto que no te ha dado tiempo a hacerla.